En la Rehabilitación Energética de edificios se interviene incorporando las soluciones de mejora más idóneas dentro de las siguientes estrategias:
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Mejora del comportamiento energético de la envolvente térmica
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Sustitución de las instalaciones existentes por otras de alta eficiencia energética
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Aprovechamiento de las fuentes de energía renovables
La mejoras energéticas que se seleccionen siguiendo estas estrategias suponen una inversión inicial, que se amortizará mediante los ahorros económicos sobre la factura energética de
cada mes (entre un 20 y 60 %). Estos ahorros, sumados a las ayudas y subvenciones
actuales, y contabilizados durante la vida útil del edificio, permitirán amortizar la inversión de la Rehabilitación Energética, y también obtener una rentabilidad
durante los años sucesivos tras dicha amortización. Esto no ocurre con una rehabilitación convencional.
Además, cabe reseñar, que a partir del 2016 se establecerá una bonificación del IBI según la eficiencia energética de los inmuebles, aspecto que influirá en el periodo de amortización de
la obra.
A continuación os explicamos los beneficios de algunos de los sistemas más empleados en la actualidad durante una rehabilitación energética:
Actuar sobre la envolvente térmica es la solución pasiva consistente principalmente en aislar térmicamente los elementos del edificio o vivienda en contacto con el
exterior, aumentando su resistencia al paso del calor, lo que se consigue incorporando materiales aislantes en muros exteriores, cubiertas, suelos, tabiques y huecos.
CUBIERTAS:
Sistemas recomendados según la tipología de la cubierta:
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Sistemas de aislamiento mediante paneles sandwich o multicapa en cubiertas inclinadas.
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Sistemas de cubierta invertida con planchas de aislamiento o losas filtrantes en azoteas.
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Sistemas por falso techo suspendido en el interior con aislamiento térmico incorporado.
Respecto a las ventajas de las cubiertas invertidas destacamos:
- Reducciones de la energía disipada al exterior, alcanzando una disminución del consumo de combustibles en las instalaciones térmicas próximo al 25 %, permitiendo un ahorro energético consistente y continuo (calefacción en invierno; aire acondicionado
en verano).
- Mantiene la lámina impermeable en condiciones termo-higrométricas estables, confiriendo a la misma una protección adicional, dentro del conocido concepto de “cubierta invertida”
(así denominado popularmente porque las posiciones “convencionales” de aislamiento e impermeabilización, ésta última sobre aquella, se “invierten”).
- Reducción de emisiones de CO2 ligadas al ahorro energético contribuyendo a la conservación del medio ambiente.
- Aporta una mejora del aislamiento acústico a ruido aéreo y anti impacto de la azotea.
- Al aislar por el exterior, el soporte estructural (forjado) que forma la azotea se encuentra relativamente caliente sobre todo su superficie interior, y por consiguiente, mostrará una
temperatura superficial superior al punto de rocío del ambiente interior, en definitiva, suficiente para evitar fenómenos de condensación.
- Aprovecha al máximo la inercia térmica del elemento soporte (forjado).
- No se reduce la altura libre del edificio en su última planta.
FACHADAS:
Para la rehabilitación de fachadas de edificios el sistema SATE (aislamiento térmico por el exterior) ofrece excelentes resultados. Consiste en incorporar sobre la fachada
existente paneles aislantes de diferentes tipologías, que posteriormente son revestidas con un acabado decorativo con base acrílica, o con base de cemento reforzado con base mineral o
sintética, adaptándose a las geometrías más complejas.
Como ventajas principales podemos enumerar las siguientes:
- Asegura drásticas reducciones de la energía disipada al exterior, alcanzando una disminución del consumo de combustibles en las instalaciones térmicas próximo
al 40 %, permitiendo un ahorro energético consistente y continuo (calefacción
en invierno; aire acondicionado en verano).
- Se reducen los puentes térmicos en la fachada (vigas de hormigón, cantos de forjado, pilares de fachada y dinteles), y así las posibles condensaciones no deseadas y aquellas patologías
ligadas a las mismas.
- Aprovecha al máximo la inercia térmica de la fachada existente.
- Reduce el riesgo de condensaciones intersticiales, ya que el sistema correctamente instalado es impermeable al agua y permeable al vapor de agua.
- Mantiene la envoltura exterior y la estructura del edificio en condiciones termo-higrométricas estables, contribuyendo al mantenimiento a lo largo del tiempo e impidiendo la degradación de
los materiales por las oscilaciones de temperatura. Seguridad ante posibles desprendimientos de materiales deteriorados de la fachada existente por crear una barrera física.
- Reducción de emisiones de CO2 ligadas al ahorro energético contribuyendo a la conservación del medio ambiente.
- Aporta una mejora del aislamiento acústico a ruido aéreo de la fachada.
- Recuperación estética de la fachada, argumento positivo en caso de alquiler o venta.
- Permite a los usuarios seguir viviendo en sus viviendas durante su ejecución.
- No reduce el espacio útil interior de las viviendas
- Amortización estimada en 5 años.
VENTANAS:
La incorporación de ventanas con un valor (U) de transmitancia menor o igual a 1,5 W/m2K presenta ventajas de mejora de la eficiencia energética de la envolvente a través de la ventana que pueden
ser entre otras:
- Reducción de la factura energética de cada usuario y consecuentemente del conjunto. Lo que conlleva a la amortización de la actuación en los años posteriores a la misma. Los ahorros irán en
función de la tipología de ventana existente que se sustituye.
- Mejora del confort térmico, a igualdad de consumo.
- Reducción de las entradas no deseadas de aire a través del cerramiento.
- Reducción de las condensaciones superficiales, interiores a la vivienda.
- Pueden alcanzarse mejoras en el comportamiento acústico cuando se eliminan marcos en mal estado.
- Para viviendas unifamiliares, mejora de la seguridad ya que aumentamos puntos de cierre.
Los vidrios con tratamiento térmico y factor solar reforzado son dobles acristalamientos de aislamiento térmico reforzado (ATR), más eficientes energéticamente que los habituales. Estos
cristales ahorran energía, por lo que usted pagará menos en su factura energética. Además, mejoran el confort de las viviendas y el medioambiente al reducir las emisiones de CO2, aumentando el
valor del inmueble.